Al momento de llegar a casa una de las mejores sensaciones es quitarse los zapatos. Dejar a nuestros pies descansar después de un largo día de andar de un lado para otro. Sin embargo, pese a lo confortable que es poder quitarnos los zapatos, estos en ningún momento deberían lastimar nuestros pies. ¿Te ha pasado que unos zapatos lucen muy bien, pero no son los más cómodos? Quizás se trata de que estás eligiendo mal al momento de comprarlos. Tal vez esos zapatos no son los adecuados para las actividades que realizas en tu día a día.
Al momento de elegir los zapatos perfectos para ti es necesario que consideres ciertos aspectos. Si no se usa el número correcto o el tipo de calzado indicado, pueden producirse ampollas, dolor, rozaduras y heridas en nuestro pies. En los casos más extremos puedes llegar a esguinzarte el tobillo, fracturarte, y hasta lastimarte la espalda. No solo el precio, el color o el estilo de los zapatos son aspectos importantes al momento de comprar unos zapatos. Toma en cuenta estos consejos y consigue los zapatos perfectos para ti.
Piensa en las actividades que realizarás
No todos los zapatos van con todas las actividades. Cada estilo de calzado tiene una finalidad. Si vas a caminar mucho tiempo no es recomendable usar zapatos altos. Si estarás de pie la mayor parte del día, los tacones no son una buena opción. El zapato tiene que adaptarse a tu pie y no tu pie al zapato. Lo más importante es que no te lastime al final del día. Si necesitas hacer mucha actividad física lo mejor es que elijas zapatos bajos que no aprieten tus pies. Piensa bien qué tendrás que hacer ese día al momento de elegir los zapatos que vas a usar.
Considera el material
Cuando vayas a comprar zapatos fíjate bien el material con que fueron fabricados. El calzado sintético puede provocar pie de atleta o maceraciones por la humedad que se infiltra al zapato. Los zapatos de material sintético no transpiran. Los pies están propensos a la sudoración, mal olor y a originar hongo. Lo aconsejable es optar por materiales como pieles naturales que permiten respirar a tu piel. También fíjate que las plantillas interiores sean transpirables. Debes cambiarlas regularmente cuando veas que comienzan a desgastarse.
Pon los pies en la tierra con una buena suela
La suela es una de las partes primordiales del calzado. Es la base del zapato, la que te dará estabilidad. Normalmente las superficies por las que transitamos todo el día son duras, por lo que tus pies necesitan un amortiguador a la pisada. Lo mejor es optar por suelas flexibles. Evita el dolor en tus pies con una suela flexible, te brindará comodidad y bienestar al caminar. Es importante que compruebes que no se deslice, pues podrías resbalar, caer y sufrir un accidente. Si vas a andar por superficies duras lo mejor son las suelas gruesas. La parte del talón debe estar biseleada y la punta levantada. Estas características facilitarán tu andar.
La estructura del zapato
La parte delantera del zapato tiene que ser flexible. Esto facilitará el doblamiento que se haga junto con las articulaciones de tu pie. El talón tiene que quedar sujeto pero sin apretar el pie. El zapato no debe subir y bajar mientras caminas. También debe mantener el pie en una posición firme, que evite que se tuerza hacia un lado y nos lastimemos el tobillo.
Comodidad en el interior
Si el material con que está hecho el calzado por dentro es duro, lo más seguro es que lastime tu pie. La fricción que produce el calzado contra tu piel puede lastimarla y provocar heridas. Debe ser sólido para sujetar mejor el pie. Al mismo tiempo tiene que ser suave por la fricción que llevará contra tus pies. Fíjate que no tenga costuras que se claven a tus pies o te produzcan rozaduras.
Compra la talla correcta
Que tu pie no esté apretado, pero tampoco debe nadar dentro del zapato. Para elegir los zapatos perfectos para ti tienes que considerar un par de cosas cuando los adquieras. Lo mejor es que vayas a comprarlos por la tarde, cuando tu pie está más hinchado. Esto servirá para probarte zapatos y saber cómo vas a sentirlos en este momento del día, cuando ya los usaste todo el tiempo.
CONTINUAR LEYENDO: Qué hacer cuando tus zapatos están demasiado apretados
Mide los espacios del zapato
Otro punto importante son los dedos de tus pies. Si te aprietan demasiado pueden surgir callos y hasta deformaciones. Lo ideal es que haya por lo menos un centímetro entre la punta de los dedos y el zapato. Esta distancia la tienes que medir a partir del dedo más largo del pie y no del más pequeño. Ojo, puede que tu dedo más largo no sea el dedo gordo. Presta atención a eso.
También deberías poder meter un dedo entre el talón y la parte trasera del calzado. Así tendrás espacio para que el zapato se expanda y podrás caminar con comodidad.
Pruébate el par completo
Es muy común que al momento de ir a comprar zapatos únicamente se nos ofrezca uno solo para probárnoslo. Si esto pasa, pide que te muestren el par completo. Muchas personas suelen tener un pie más ancho que el otro. Por eso es importante que uses los zapatos en ambos pies y decidas qué tan cómodos te resultan. Párate usando los zapatos, así el pie se expanderá y sentirás mejor cómo te queda.
Elegir los zapatos perfectos para ti requiere que tomes en cuenta todos estos puntos. Recuerda que lo más importante es que te sientas cómodo usándolos. Y que te brinden estabilidad y soporte para caminar con total confianza.
Al momento de llegar a casa una de las mejores sensaciones es quitarse los zapatos. Dejar a nuestros pies descansar después de un largo día de andar de un lado para otro. Sin embargo, pese a lo confortable que es poder quitarnos los zapatos, estos en ningún momento deberían lastimar nuestros pies. ¿Te ha pasado que unos zapatos lucen muy bien, pero no son los más cómodos? Quizás se trata de que estás eligiendo mal al momento de comprarlos. Tal vez esos zapatos no son los adecuados para las actividades que realizas en tu día a día.
Al momento de elegir los zapatos perfectos para ti es necesario que consideres ciertos aspectos. Si no se usa el número correcto o el tipo de calzado indicado, pueden producirse ampollas, dolor, rozaduras y heridas en nuestro pies. En los casos más extremos puedes llegar a esguinzarte el tobillo, fracturarte, y hasta lastimarte la espalda. No solo el precio, el color o el estilo de los zapatos son aspectos importantes al momento de comprar unos zapatos. Toma en cuenta estos consejos y consigue los zapatos perfectos para ti.
Piensa en las actividades que realizarás
No todos los zapatos van con todas las actividades. Cada estilo de calzado tiene una finalidad. Si vas a caminar mucho tiempo no es recomendable usar zapatos altos. Si estarás de pie la mayor parte del día, los tacones no son una buena opción. El zapato tiene que adaptarse a tu pie y no tu pie al zapato. Lo más importante es que no te lastime al final del día. Si necesitas hacer mucha actividad física lo mejor es que elijas zapatos bajos que no aprieten tus pies. Piensa bien qué tendrás que hacer ese día al momento de elegir los zapatos que vas a usar.
Considera el material
Cuando vayas a comprar zapatos fíjate bien el material con que fueron fabricados. El calzado sintético puede provocar pie de atleta o maceraciones por la humedad que se infiltra al zapato. Los zapatos de material sintético no transpiran. Los pies están propensos a la sudoración, mal olor y a originar hongo. Lo aconsejable es optar por materiales como pieles naturales que permiten respirar a tu piel. También fíjate que las plantillas interiores sean transpirables. Debes cambiarlas regularmente cuando veas que comienzan a desgastarse.
Pon los pies en la tierra con una buena suela
La suela es una de las partes primordiales del calzado. Es la base del zapato, la que te dará estabilidad. Normalmente las superficies por las que transitamos todo el día son duras, por lo que tus pies necesitan un amortiguador a la pisada. Lo mejor es optar por suelas flexibles. Evita el dolor en tus pies con una suela flexible, te brindará comodidad y bienestar al caminar. Es importante que compruebes que no se deslice, pues podrías resbalar, caer y sufrir un accidente. Si vas a andar por superficies duras lo mejor son las suelas gruesas. La parte del talón debe estar biseleada y la punta levantada. Estas características facilitarán tu andar.
La estructura del zapato
La parte delantera del zapato tiene que ser flexible. Esto facilitará el doblamiento que se haga junto con las articulaciones de tu pie. El talón tiene que quedar sujeto pero sin apretar el pie. El zapato no debe subir y bajar mientras caminas. También debe mantener el pie en una posición firme, que evite que se tuerza hacia un lado y nos lastimemos el tobillo.
Comodidad en el interior
Si el material con que está hecho el calzado por dentro es duro, lo más seguro es que lastime tu pie. La fricción que produce el calzado contra tu piel puede lastimarla y provocar heridas. Debe ser sólido para sujetar mejor el pie. Al mismo tiempo tiene que ser suave por la fricción que llevará contra tus pies. Fíjate que no tenga costuras que se claven a tus pies o te produzcan rozaduras.
Compra la talla correcta
Que tu pie no esté apretado, pero tampoco debe nadar dentro del zapato. Para elegir los zapatos perfectos para ti tienes que considerar un par de cosas cuando los adquieras. Lo mejor es que vayas a comprarlos por la tarde, cuando tu pie está más hinchado. Esto servirá para probarte zapatos y saber cómo vas a sentirlos en este momento del día, cuando ya los usaste todo el tiempo.
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Mide los espacios del zapato
Otro punto importante son los dedos de tus pies. Si te aprietan demasiado pueden surgir callos y hasta deformaciones. Lo ideal es que haya por lo menos un centímetro entre la punta de los dedos y el zapato. Esta distancia la tienes que medir a partir del dedo más largo del pie y no del más pequeño. Ojo, puede que tu dedo más largo no sea el dedo gordo. Presta atención a eso.
También deberías poder meter un dedo entre el talón y la parte trasera del calzado. Así tendrás espacio para que el zapato se expanda y podrás caminar con comodidad.
Pruébate el par completo
Es muy común que al momento de ir a comprar zapatos únicamente se nos ofrezca uno solo para probárnoslo. Si esto pasa, pide que te muestren el par completo. Muchas personas suelen tener un pie más ancho que el otro. Por eso es importante que uses los zapatos en ambos pies y decidas qué tan cómodos te resultan. Párate usando los zapatos, así el pie se expanderá y sentirás mejor cómo te queda.
Elegir los zapatos perfectos para ti requiere que tomes en cuenta todos estos puntos. Recuerda que lo más importante es que te sientas cómodo usándolos. Y que te brinden estabilidad y soporte para caminar con total confianza.